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Reportaje:Comienza el Campeonato de Europa

La fiebre del oro en Polonia

Pese a las lesiones y las ausencias, España persigue su primer título tras seis finales perdidas

Robert Álvarez

La selección española de baloncesto vuelve a la carga a partir de hoy en Varsovia con el primer partido, ante Serbia (21.00, La Sexta), en pos de un empeño que se le ha escapado seis veces en el último instante. En las primeras ocasiones se celebró el segundo puesto en el Europeo como un éxito; la última, hace dos años, tras un postrer lanzamiento fallido de Pau Gasol, la derrota contra Rusia provocó dramáticas escenas de amargura en la cancha y en la grada del Palacio de los Deportes de Madrid. La plata ya no satisface. "El deseo casi unánime de ganar el oro significa la confianza que la gente tiene en este equipo, que no deja de responder", dice el presidente de la federación, José Luis Sáez. El baloncesto español ha llegado a su edad dorada. Es campeón del mundo y cuenta con un sensacional grupo de jugadores en constante progresión. Su calidad es admirada en todo el planeta, incluida la NBA, especialmente tras haber puesto contra las cuerdas a la rutilante selección de Estados Unidos.

El baloncesto español vive su edad de oro. Es campeón mundial y admirado en la NBA
El parte de bajas en otros equipos refuerza el papel de favorito del grupo de Scariolo
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Desde aquella vibrante final de los Juegos Olímpicos de hace un año en Pekín, los componentes del conjunto reunido por el nuevo seleccionador, Sergio Scariolo, siguen acumulando méritos. Pau Gasol ha sido pieza clave en el título alcanzado por los Lakers en la NBA, Ricky Rubio ha reforzado su condición de diamante en bruto del baloncesto mundial, Navarro ha conducido de nuevo al Barça al título, Rudy Fernández ha brillado en Portland y Marc Gasol en Memphis.

Casi todos han renovado uno de los valores añadidos de la selección española: su compromiso, su entrega a la causa, su entusiasmo por competir juntos cada verano. No todas las selecciones pueden decir lo mismo. Garbajosa, que en 2007 antepuso su alistamiento con la selección que disputó el Europeo a las prevenciones para recuperarse de una gravísima lesión y a la resistencia que opuso su equipo de entonces, Toronto, es puesto como ejemplo por varios seleccionadores de otros países. Aun así, abundan las deserciones. Kirilenko y Holden no estarán con Rusia. A Grecia le faltarán Diamantidis y Papalukas; a Serbia, más de media docena de jugadores de la NBA; a Lituania, Jasikevicius y Siskaukas; a Turquía, Okur; a Alemania, Nowitzki y Kaman, y a Francia, Pietrus y Noah, entre otros. El parte de bajas no hace sino reforzar el papel de España como favorita.

Scariolo y los jugadores no desean tropezar dos veces en la misma piedra. Pau Gasol se proclamó campeón de la NBA el 17 de junio, en Orlando, y meditó durante varias semanas antes de declararse listo para formar parte de la selección que competirá en Varsovia, Lodz y Katowice. Cuando se decidió, lo hizo con todas las consecuencias: "Tenemos claros nuestros objetivos y nuestra mentalidad, pero no va a ser ningún paseo. Cada campeonato es diferente y vamos a empezar desde cero. No podemos ir ya pensando en jugar la final, en quitarnos espinas del pasado, porque hay que ganar muchos partidos y nadie nos va a regalar nada".

La selección española ha sufrido diversos contratiempos. Algunos condicionantes son ya irreparables, como las bajas de José Manuel Calderón, necesitado de un tiempo de recuperación tras una temporada en Toronto en la que las lesiones le han martirizado, y Berni Rodríguez, también lesionado, además de la de Carlos Jiménez, que ha decidido poner fin a su etapa internacional, y la renuncia de Fran Vázquez, el pívot que ha cuajado una campaña sobresaliente en el Barça.

A las bajas hay que añadir que Pau Gasol se incorporó el 7 de agosto a los entrenamientos, se lesionó y tuvo que ser operado del dedo índice de la mano izquierda tres días después. No ha podido disputar ningún partido de preparación y llega a la competición tras apenas cuatro días de entrenamiento en grupo. Mumbrú también se ha pasado más de medio mes lesionado y Rudy Fernández sufrió una rotura de fibras el pasado miércoles que no le permitirá empezar el campeonato en plenitud de forma.

España es la única selección que, habiendo disputado más de una final, no ha logrado nunca el título europeo. El torneo polaco se presenta de perfil más bajo que los de años anteriores. Pero el varapalo en el último amistoso, el jueves, ante Lituania (72-94) avisa de las dificultades que puede encontrarse el equipo español ante varias de las selecciones que durante los últimos años se codean por situarse en el centro del foco, caso de Grecia, Francia, Croacia, Rusia y la propia Lituania.

Entre los aspirantes no estará esta vez Italia, ausente de un Europeo por primera vez desde 1960 en otro síntoma de la aguda crisis que atraviesa su baloncesto. Ni Bargnani ni Belinelli (Toronto) lograron salvarla del desastre de una atípica fase de repesca que clasificó al último de los 16 contendientes para el Europeo. Francia se hizo con ese billete adicional, pero no por ello deja de ser un rival menos temido. Su potencial es impresionante con un equipo plagado de jugadores de la NBA, desde Tony Parker hasta Turiaf pasando por Batum y Diaw.

Pau GAsol, ayer durante la conferencia de prensa de la selección española en Varsovia.
Pau GAsol, ayer durante la conferencia de prensa de la selección española en Varsovia.EFE

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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